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El Texto Iluminado
Comedia

2 febrero al 2 marzo 2010
cartel
Cines Moderno. Plaza Martínez Zaporta, 5. Logroño
20,00 h
Venta de abonos y localidades en la taquilla de los cines Moderno a partir del 25 de enero:
Abonos: 10 €
Localidades: 3 €
Bésame, tontoBésame, tonto
(Kiss Me, Stupid). 1964. EE. UU. United Artists / Mirisch Corporation / Phalanx. 125 minutos. V.O.S.E.
2 DE FEBRERO DE 2010

Director: Billy Wilder. Guión: Billy Wilder e I.A.L. Diamond, a partir de la pieza teatral italiana L’ora della fantasia [1944] de Anna Bonacci, que cuenta con otras dos versiones cinematográficas: Moglie per una notte (Mario Camerini, 1952) y L’homme de mes rêves (Georges Lautner, 1994, TV). Director de fotografía: Joseph La Shelle / Blanco y negro / Panavision / 1:2,35. Productores: Billy Wilder, I.A.L. Diamond y Doane Harrison. Montaje: Daniel Mandell. Música original: André Prévin. Canciones: Temas de George e Ira Gershwin. Diseño de producción: Alexandre Trauner. Dirección artística y decorados: Robert Luthardt y Edward G.Boyle. Sonido: Robert Martin.

Intérpretes: Dean Martin (Dino), Kim Novak (Polly ‘La Bomba’), Ray Walston (Orville J. Spooner), Felicia Farr (Zelda Spooner), Cliff Osmond (Barney Millsap), Barbara Pepper (Big Bertha), James Ward (lechero), Doro Merande (Sra. Pettibone), Howard MacNear (Sr. Pettibone), Tommy Nolan (Johny Mulligan), Alice Pearce (Sra. Mulligan).

Sesión presentada por LUIS ALEGRE SAZ (Lechago, Teruel, 1962), autor de los libros —entre otros— El apartamento / Belle Epoque (1997), Besos robados (1994), Diálogos de Salamina, un paseo por el cine y la literatura (editor, 2003) o ¡Viva Berlanga! (editor, 2009); codirector junto a David Trueba de La silla de Fernando (2006); presentador desde 2006 del programa de entrevistas «El reservado» en Aragón Televisión; profesor de Ingeniería Económica; director del Festival de cine de Tudela; colaborador habitual del Festival de Cine Málaga; codirigió con Concha García Campoy entre 1999 y 2002 el programa de televisión sobre cine español «La Gran Ilusión» (Tele 5).

El material original para la película, que llegaría a ser conocida con el título de Bésame, tonto, lo proporcionó L’ora Della fantasia, una comedia escrita por la dramaturga italiana Anna Bonacci, que había gozado de un gran éxito en su producción parisina de 1953 protagonizada por Jeanne Moreau y Suzanne Flon [nota: en España se estrenó en abril de 1954, en el Teatro Español de Madrid, dirigida por José Luis Alonso]. La versión francesa estaba ambientada en la Inglaterra victoriana; curiosamente, la acción fue trasladada a la Francia de 1860 en la adaptación [teatral] norteamericana, The Dazling Hour, que estaba protagonizada por Olivia de Havilland y que desapareció de las carteleras antes de seguir camino de Broadway. La obra de Bonacci gira en torno a un provinciano organista de la iglesia de un pueblo que trata desesperadamente de que su nuevo repertorio se estrene en Londres. Cuando el libertino sheriff de Londres pasa por el pueblo, el músico trata de ganarse su favor invitándolo a pasar la noche en su casa y con su propia esposa. Ante el temor de no ser lo suficientemente atractiva para gustarle al sheriff, la esposa del músico se ofrece voluntaria para cederle su puesto a la prostituta del pueblo. El compositor y la cortesana sienten una repentina e irreprimible atracción mutua y echan al sheriff de la casa, que acaba en los brazos de la mujer del organista. Todos guardan el secreto de lo realmente sucedido y el organista se queda perplejo cuando su obra maestra se estrena en Londres. “Utilizamos el mismo argumento —explicaba [I.A.] Diamond— pero no estábamos interesados en hacer una película sobre la ambición y el sexo en la Inglaterra del siglo XVIII. Queríamos traducirla a los términos modernos”.

KEVIN LALLY, en «Billy Wilder. Aquí un amigo». Ediciones B., Barcelona, 1998, pp. 389390; traducción de Ana Alcaina.

Ingeniosa comedia de enredo, de estirpe lubitschiana, acerca de un alegre intercambio de recíprocas infidelidades con cooperación del azar, tuvo serios contratiempos con la Hays Office y fue atacada con vigor por la prensa y las ligas puritanas, perjudicando gravemente su carrera comercial, que se saldó con un fracaso. Bésame, tonto (que de hecho anunciaba premonitoriamente la pronta liquidación —en 1966— del Código Hays) resultaba especialmente ofensiva porque el adulterio no era presentado con romanticismo ni con un lirismo de carácter justificador. Y con mordacidad aludía explícitamente a las cortapisas del Código Hays a través de las piedras de bisutería incrustadas en los ombligos de las chicas del Bar Ombligo, pues esta parcela del cuerpo constituía un famoso tabú que había obligado a diseñar un curioso traje para Jane Russell en The French Line (1953), de Lloyd Bacon. Película sumamente impertinente y agresiva en el contexto del puritanismo norteamericano, extendía su comentario crítico sobre la industria del show bussines haciendo que Dean Martin, el cantante de charme, se interpretase a sí mismo (como Marilyn Monroe se había interpretado a sí misma en La tentación vive arriba [The Seven Year Itch, 1955], película que al igual que en Bésame, tonto proponía el contraste Bella- Mediocre Casado). Bésame, tonto alcanzó una de las más felices y regocijantes cotas del cinismo anticonyugal de Wylder y compuso, con El apartamento [The Apartment,, 1960] e Irma, la Dulce [Irma, La Douce, 1963], un retablo crítico de las costumbres eróticas de la sociedad occidental (bed stories).

ROMÁN GUBERN, en «Un pesimista vienés en el Hollywood optimista. Billy Wilder». Dirigido por…, marzo de 1975, p.13.

Bésame, tonto fue todavía más catastrófica, por culpa de la crisis cardiaca de Peter Sellers [nota: que durante las cuatro primeras semanas de rodaje interpretó el personaje de Orville J. Spooner, papel luego traspasado a Ray Walston] y también por culpa de las ligas de la decencia. A esta película se le hicieron transfusiones de sangre, respiración artificial, pero nunca funcionó. Una mañana, al lavarme los dientes o al ducharme, descubriré cómo debí hacerla. No entiendo por qué la película no gustó a la gente: es la película más burguesa que hay. Un hombre quiere hacer carrera y el que podría ayudarlo quiere acostarse con su mujer. Reemplaza a su mujer por otra, pero cuando más cerca está del éxito, lo rechaza y echa fuera al tipo, un tema que utilizo a menudo. Es la actitud de un burgués muy estrecho de miras. El público lo aceptó mejor en El apartamento, porque estaba mejor concebido, mejor escrito y mejor engrasado (…) Pero un día retomaré Bésame, tonto, bajo otro ángulo; la escribiré mejor. Creo que está impregnada de una gran verdad humana: la atracción por la vida opuesta a la que se lleva: una puta sueña con preparar la comida a un hombre y fregar los platos. Y a una esposa que lo ha hecho durante veinte años le gustaría tomar una copa con un tipo que acaba de conocer y acostarse con él. En los dos casos es la huída de la rutina cotidiana.

BILLLY WYLDER, en «Billy & Joe, conversaciones con Billy Wilder y Joseph L. Mankiewicz», de Michel Ciment, Plot Ediciones S.A., Madrid, 1988, pp. 42 y 44; traducción de David Trueba.

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