Pamen Pereira

Pamen Pereira. La mujer de piedra se levanta y baila

Del 15 de septiembre al 27 de noviembre de 2016

> Laborables

De 11 a 13 y de 18 a 21 h.

> Festivos

De 12 a 14 y de 18 a 21 h.

Lunes cerrado

Pamen Pereira

La mujer de piedra se levanta y baila es una exposición retrospectiva de Pamen Pereira (Ferrol, 1963) que incluye obras realizadas desde la década de 1990 hasta la actualidad.
Su título proviene del  Hokyo zan mai (Samadhi del Espejo del Tesoro), escrito por el maestro zen Tozan en el siglo IX, incitando al despertar de la mente. Pamen Pereira es practicante de la filosofía zen, y el proceso de creación es para ella como un estado alterado de conciencia en el que el mundo interior y el mundo exterior se comunican desde y durante la experiencia vital. Así, busca el sentido de la vida a través de un impulso poético en el arte, en el que al organizar el caos surgen la belleza y la armonía.
Una belleza que ella encuentra a partir de los constantes movimientos, mutaciones y ciclos de la naturaleza que después transforma para crear imágenes poéticas y misteriosas, cargadas de emoción, en un proceso de interiorización para encender los sentidos.

Las obras de esta exposición son una mezcla alquímica entre su “yo” y la materia como germen de su creación; materia que es partícipe de todos los elementos y sus infinitas transmigraciones. Pereira se mueve con soltura en los cuatro elementos ya que puede disolverse fácilmente en cualquier sustancia. Puede ser tierra, aire, agua y fuego, pero también planta, piedra, ave o pez. Se levanta a bailar para transformar la materia en algo nuevo–objetos poéticos dentro de espacios rituales.
Desde las pulsaciones interiores de su corazón, sus obras hacen referencia a todo lo que le inspira: sus raíces, sus viajes, sus lecturas y pasiones. En ellas encontramos el sturm und drang  (tormenta e ímpetu) de Immanuel Kant, el transcendentalismo de Henry David Thoreau, el pensamiento de Arthur Schopenhauer, la estética del arte japonés descrita por Jun’ichirō Tanizaki, la imaginaciónmaterial de Gaston Bachelard, el arte povera de Jannis Kounellis y, por supuesto, los koan de los antiguos maestros zen. En esta gran constelación, los cuatro elementos coexisten en armonía, dando lugar a polos opuestos de ligereza y gravedad, cielo y tierra, luz y oscuridad, llegando a un equilibrio tras ordenar el caos.

Kristine Guzmán
Comisaria de la exposición