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El Texto Iluminado
ROMANTICISMO

Del 01 de febrero al 08 de marzo 2011
cartel
Cines Moderno. Plaza Martínez Zaporta, 5. Logroño
Logroño, del 1 de febrero al 8 de marzo de 2011
Organiza y patrocina: Cultural Rioja
Coordinación del ciclo: Bernardo Sánchez Salas
Venta de localidades y de abonos para el ciclo en la taquillas de los cines, antes de la sesión.
Bésame, tontoEl MULTIMILLONARIO
Let’s Make Love
1960. EE.UU.
Twentieth Century Fox
119 minutos. V.O.S.E.
1 DE FEBRERO DE 2011
Dos en la carreteraDESEO
Desire
1936. EE.UU.
Paramount Pictures
90 minutos.
V.O.S.E.
8 DE FEBRERO DE 2011
La taberna del irlandésTIEMPO DE AMAR, TIEMPO DE MORIR
A Time to Love and a Time to Die
1958. EE.UU.
Universal Pictures International Pictures
132 minutos. V.O.S.E.
15 DE FEBRERO DE 2011
Arsénico por compasiónBREVE ENCUENTRO
Brief Encounter
1945. GRAN BRETAÑA
Rank Films
86 minutos. V.O.S.E.
22 DE FEBRERO DE 20110
El quinteto de la muerteUNA JORNADA PARTICULAR
Una giornata particolare
1977. ITALIA-CANADA
Champion/Canafox
110 minutos. V.O.S.E.
01 DE MARZO DE 2011
La taberna del irlandésEL DESPRECIO
Le Mépris
1963. FRANCIA-ITALIA.
Films Concordia/Compagnia Cinematografica Champion
110 minutos. V.O.S.E.
08 DE MARZO DE 2011

LAS EXTRAÑAS PAREJAS

Camille - ¿Me quieres totalmente?
Paul - Sí, te quiero total, tierna y trágicamente.
Camille - Yo también.

(Le Mépris)

Empezando por la literatura y el cine. Entre ambos se ha venido manteniendo una tensión textual no resuelta, caracterizada por la necesidad, la pasión, los intereses, los celos y los recelos. El espectador ha sido testigo de este romance y en no pocas ocasiones ‘tercero en discordia’. El Texto Iluminado le debía un ciclo al amor, que para ser ciego ha iluminado —en la página y en la pantalla (aquí, más que nunca, dos sábanas blancas)— algunas de las historias más íntimamente unidas a nuestra memoria de espectadores. Y de seres amatorios. No cabe duda que el cine nos ha enseñado como nadie los factores, los efectos y las caras del amor. No cabe duda que se ama de distinta forma a partir de la existencia del cine. Ya había sucedido anteriormente con la literatura. La novelas, los poemas, las películas nos han ido haciendo amantes distintos. Y la experiencia del amor también provoca una inspección distinta de las tramas amorosas que sustancian la ficción filmada o escrita. Que el amor nos hace extraños se ve muy bien en el cine. Uno de los primeros actos que se filmó con un cinematógrafo fue un beso, y resultó aún más extraño que el esculpido hacía justo una década por Auguste Rodin. Lo realizó William Heise para la Compañía Edison en 1896 (el propio cine era aún muy ‘menor de edad’ y supongo que por eso hubo a quien le pareció escandaloso). Se titulaba «The Kiss» y en él se podía ver, en un plano corto, de lo más corto que se había filmado hasta el momento, a una pareja talludita besándose durante 47 segundos sin interrupción. Aunque se trataba del matrimonio formado por Mary y John Rice Irving —ambos actores, esto es importante para la representación del acto— el ósculo provocó un impacto indeleble e incluso alguna denuncia por obscenidad. El beso de los Irving hoy nos parece lo mismo que si viéramos besarse a los espectros de dos tatarabuelos nuestros, pero entonces, lo gigantesco, la duración y el trasluz de la imagen lo convertía en algo tan inaudito como atrevido: el primer beso espectacular. Leo que incluso en la publicidad que la Edison hacía de The Kiss, se advertía (traduzco): «Ellos se disponen a besarse; empiezan a besarse; y se besan, se besan y se besan de una forma que cada vez que lo hacen tiembla la casa». El mundo se construía y se derrumbaba en 47 segundos por la fuerza del amor: puro romanticismo. Sentían lo mismo, al fin y al cabo, Rick e Ilsa en «Casablanca» (1944), cuando dudaban de si lo que estaban escuchando eran las bombas o lo latidos de su corazón.

Aprovechando la plenitud del amor, ROMANTICISMO quiere ser un ciclo de lo más completo. Van a escuchar muchos latidos del corazón (a veces, mezclados con las bombas, caso de «Tiempo de amar, tiempo de morir», la más bella película de Douglas Sirk, según Godard, director de «Le Mépris»: la más bella película de Godard según todo el mundo). Van a ver muchos tipos de besos (furtivos, apasionados, imposibles, dolorosos, cómicos, en blanco y negro y en color, en cuadrado y en Scope). Van a revisarse textos de autores como Erich Maria Remarque, Noel Coward, Hans Szèkely y Robert A. Stemmile, Ettore Scola, Ruggero Maccari, y Mauricio Costanzo, o Alberto Moravia. Van a ver a muchas parejas, muy distintas entre ellas y agigantadas por la pantalla (Montad-Monroe, Cooper-Dietrich, Gavin-Pulver, Piccoli-Bardot, Mastroianni-Loren, Howard- Johnson). Ellos y ellas —entre otros y otras— han visualizado y mitificado las formas en que nuestro tiempo entiende el amor. Van a ver todo tipo de géneros y ecos cinematográficos: desde la comedia musical («El multimillonario») hasta un repunte neorrealista («Una jornada particular»), pasando por el drama bélico («Tiempo de amar, tiempo de morir»), el delirio romántico entre el toque Von Sternberg y el toque Lubitsch («Desire»), el melodrama perfecto (la primera versión de «Breve encuentro»), o —y con ella concluiremos— una reflexión sensual, luminosa, odiséica y elegiaca sobre el mundo, el demonio y la carne... del cine («Le Mépris»). En fin: cine, mas cine enamorado.

Bernardo Sánchez Salas.
Coordinador del ciclo

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