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El Texto Iluminado
Comedia

2 febrero al 2 marzo 2010
cartel
Cines Moderno. Plaza Martínez Zaporta, 5. Logroño
20,00 h
Venta de abonos y localidades en la taquilla de los cines Moderno a partir del 25 de enero:
Abonos: 10 €
Localidades: 3 €
La taberna del irlandésLa taberna del irlandés
(Donovanīs Reef) 1963. EE.UU. John Ford Productions-Paramount Pictures. 109 minutos. V.O.S.E.
2 DE MARZO DE 2010

Director: John Ford. Guión: James Edward Grant, Frank Nugent y Edmond Beloin (guionista de rodaje), basándose parcialmente en el relato de James A Michener “The South Sea Story”. Producción: John Ford. Fotografía: William Clothier / Technicolor / 1:1,85. Asesor de color: Richard Mueller. Montaje: Otho Lovering. Música: Cyril J. Mockridge. Decorados: Sam Comer, Darrell Silvera. Vestuario: Edith Head. Dirección artística: Hal Pereira y Eddie Imazu.

Intérpretes: John Wayne (Michael Patrick ‘Guns’ Donoval), Lee Marvin (Thomas Aloysius ‘Boats’ Gilhooley), Elisabeth Allen (Amelia Sarah Dedham), Jack Warden (Dr. William Dedham), Cesar Romero (Marqués André de Lage), Dorothy Lamour (Srta. Laffeur), Jacqueline Malouf (Lelani Dedham), Mike Mazurki (Sargento Menkowicz), Marcel Dalio (Padre Cluzeot), Jon Fong (Señor Eu), Pat Wayne (teniente de la armada).

  • ¿Es la vida que se retrata en La taberna del irlandés la que le hubiera gustado llevar a usted?
  • No, en absoluto. No me hubiera gustado vivir en una isla. Me gusta ir a Honolulú a pasar un par de semanas de vacaciones, pero al cabo de ese tiempo se me cae encima la isla. Claro que conozco a gente que ha hecho eso exactamente y sigue todavía en los mares del Sur, que tiene viejas tabernas de marineros y les va muy bien, con treinta o cuarenta hijos de la Marina, cinco o seis mujeres de la Marina. Pero no es la vida que me gustaría a mí.
  • ¿Era el momento en que Mae Marsh [nota: un miembro del Consejo familiar] quita de un soplo la ceniza que se le ha caído al hombre en la mesa algo que añadió usted mientras rodaba?
  • Sí, bueno, el guionista no sabía nada de Boston, y yo sí que conozco Boston y la gente de allí. La mitad de ellos son medio tontos, y la otra mitad son listos, pero siempre hay un par de chalados
    .•JOHN FORD, en «John Ford», de Peter Bogdanovich, Fundamentos, Madrid, 1983, p. 97; traducción de César Santos Fontenla.

La isla de Haleakaola de los Mares del Sur de La taberna del irlandés, como señala Peter Wollen, es una “especie de Valhalla para los héroes desahuciados de El hombre que mató a Liberty Valance [The Man Who Shoot Liberty Valance, 1962]”. Y para el propio Ford, cuyas fantasías de un retiro feliz transformaron esta estridente comedia en su versión personal de un paraíso terrenal. Poco antes de su estreno, Ford definió la película como “una parodia (…), como algo loco y devastador. No aspiramos a ningún premio”. Ejemplo del Ford más desinhibido, La taberna del irlandés necesita de una gran indulgencia por parte del espectador. Este sabroso guiso de comedia alborotada, belleza plástica y alcohólico sentimentalismo, así como de sincera pregaria sobre la multiculturalidad, es un examen las preexistentes ideas que uno pueda tener respecto a la idiosincrasia de Ford (…) Como comentó Graham Greene sobre Horizontes perdidos [Lost Horizons, 1937] de Frank Capra: “No hay nada que diga más sobre el carácter de los hombres que sus utopías”. Lujosamente fotografiada por William Clothier, la romántica ilusión de Ford sobre una sociedad alejada de su tiempo y de los problemas ofrece un medio superficialmente seductor para escapar de la contemporánea lucha por la supervivencia de América en un entorno más sensual y tolerante. Pero la isla de Haleakaloa de La taberna del irlandés también es una utopía colonial donde los hombres blancos mandan a los nativos de una forma benevolente y se regodean en una infantil regresión, bebiendo, peleándose y ligando de forma irresponsable. Ford no puede evitar recrearse indirectamente en los excesos de Donovan y Gilhooley, pero la mayoría de los espectadores estarían de acuerdo con el Doctor Dedham en que “son peores que un par de niños”. Aún así, las coreográfícas peleas de salón de estos dos groseros y maduros irlandeses, al igual que la perpetua lucha de Quirt y Glagg en What a Price Glory [El precio de la gloria, 1952], tiene fuertes elementos de autoparodia fordiana.•JOSEPH McBRIDE, en «Tras la pista de Ford», T&B Editores, Madrid, 2004, pp. 698-700; traducción de Joseph Escarré.

Donovan´s Reef lleva al extremo esta incapacidad para residir dentro de la civilización. Los héroes de Ford, bebedores e irlandeses, ‘Guns’ Donovan y ‘Boats’ Gilhooley, sólo se encuentran a gusto en una retirada isla de los Mares del Sur. Pero las posibillidades de encontrar paz se acaban cuando también este último reducto virgen (wilderness) se ve invadido por la civilización, en la persona de una relamida y exigente solterona de Boston. La película es una comedia a través de la cual se puede percibir el dramatismo (pathos).•WILLIAM C. SISKA, en «Realismo y romanticismo en los films de John Ford», incluido en el volumen John Ford, Filmoteca Española, Madrid, 1988, p. 145; traducción de Antonio Weinrichter.

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