XXV Aniversario de la muerte de
Fermín Gurbindo
3, 10 y 17 mayo 2010
Introducción
Fruto y colofón de una vida incansable y ejemplar, la de José Fermín Gurbindo Ruiz, dedicada sin limitaciones a la música surgió con fluir espontáneo lo que pudiéramos llamar su obra póstuma: la Asociación Pro-Música Fermín Gurbindo, cuya finalidad es «contribuir al fomento de la cultura musical en La Rioja y a la formación de músicos riojanos, en recuerdo-homenaje permanente a la persona del maestro y compositor riojano José Fermín Gurbindo Ruiz», para lo que esta Asociación viene editando y difundiendo su obra musical, haciendo encargos de obras a compositores de prestigio, apoyando la investigación de la música y su historia en La Rioja, ofreciendo conciertos y… como actividad más destacada realizamos con ascendente prestigio, el Certamen de Interpretación Musical que con el nombre de Fermín Gurbindo, se convoca cada año desde su muerte.
Para recordar y celebrar su memoria, la Asociación Pro-Música Fermín Gurbindo en este XXV aniversario de la muerte y de la creación del Certamen de Interpretación Musical Fermín Gurbindo, ha pensado que el mejor medio de recordar al Maestro Gurbindo es dedicarle un ciclo de actuaciones, apoyados en la singular labor cultural que año tras año realiza Cultural Rioja.
El ciclo del XXV Aniversario recorrerá los tres primeros lunes del mes de mayo, dedicados: El día 3 al Acordeón, instrumento del que Fermín era intérprete y compositor especial; el día 10, a sus primeras composiciones de piano y a su música de cámara; y el día 17, –como premio especial– a una selección de intérpretes del XXV Certamen, propuesta por el Tribunal.
Gracias a Cultural Rioja que nos ha abierto sus puertas y ofrecido, a su vez, el soporte de su divulgación, instalaciones y experiencia demostrada en impulsar acontecimientos relevantes de la vida riojana.
Gracias a la Consejería de Educación, Cultura y Deporte y al Ayuntamiento de Logroño por su colaboración sin la cual nuestro esfuerzo hubiera quedado baldío.
Carlos J. Cabezón
Fermín Gurbindo.Biografía
Músico, intérprete, profesor y compositor riojano, nació en 1935. Él solía decir: «Soy abalés de nacimiento, logroñés de residencia y riojano de pura cepa».
De constitución débil y visión muy limitada, poseía un personalidad vital, tenaz y luchadora. Era comunicativo, jovial y agradable de trato; hombre libre, amigo de la vida y del trabajo y enamorado incondicional de la música.
Debido a las limitaciones personales y socio-económicas de la época, tuvo serias dificultades para cursar los estudios primarios. Los primeros conocimientos y cultura básica los recibió de su madre, Demetria, convertida en primera maestra de las letras y los números, así como de los rudimentos musicales: «De mi madre aprendí a cantar, antes que a hablar».
Los primeros estudios musicales los recibió de la profesora Amelia Romero, con quien en un año logra aprobar con sobresaliente varios cursos de solfeo y piano en Zaragoza. Fue autodidacta en el acordeón. A los 15 años, sin haber estudiado armonía, compuso siguiendo los estilos y gustos musicales de la época su primer bolero Linda Florita, al que sigueron pasodobles como Mi bello cielo español o Tronío de España, zortzicos, chotis, mazurcas… e ingresó «con permiso de papá» –decía– en la Sociedad de Autores.
Creó su propia orquesta y editorial musical, recorrió La Rioja y tierras limítrofes alegrando las fiestas de esas localidades y tomando apuntes de su folklore que plasmaría en obras como Rapsodia riojana, Canto a La Rioja, Evocaciones Riojanas y más adelante Lauburu, suite de rapsodias sobre temas populares vascos –para flauta, acordeón y cuarteto de cuerda–. A los 19 años comenzó su carrera de premios: de composición, en Barcelona, con Caravana perdida, para acordeón, y de interpretación al piano y acordeón en Vitoria, Zaragoza y Barcelona. Es a partir de los años sesenta cuando Fermín realizó los estudios superiores en Madrid, que culminó con Premios de Honor en Contrapunto y Fuga, Composición y Final de carrera: Sonatina para Flauta y Piano, Agur jaunak, Variaciones y Fuga para orquesta y Safari, Suite para Acordeón.
En 1965 obtuvo plaza como Profesor de Música en Colegios de la ONCE, Alicante primero y en Madrid desde 1968, donde impartió las disciplinas de Solfeo, Piano, Acordeón y Armonía.
En 1969 se descubrió su insuficiencia que, a pesar del serio contratiempo y limitaciones le hizo más luchador y ocupado en la composición. En el hospital dictó a su esposa el tema de su Sonatina para flauta y piano, que escribiría en 1970, premio y edición de la Cátedra de Composición en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, así como también premiada su obra sinfónica Agur Jaunak, variaciones y fuga. Por estas fechas también escribió otra bella obra para orquesta: Suite breve.
Aquejado de neumonía entró en riñón artificial y tras serias contrariedades el 14 de marzo de 1978 superó plenamente un transplante de riñón que le recuperó de nuevo como hombre dinámico, comunicativo, social, intérprete virtuoso del piano, órgano y acordeón, instrumento éste por el que mostraba una especial predilección y para el que escribió destacadas obras: Safari, suite para acordeón y Pequeñas piezas para jóvenes acordeonistas.
Su prestigio saltó a Europa con premios internacionales de Composición con Tiempo de Sinfonía para órgano, en Ávila, y de Cámara con Quinteto de Viento, en Praga.
En 1980 el Ayuntamiento de Logroño le encarga Tarara riojana, para coro mixto, sobre tema popular riojano y, posteriormente, gana el Primer Premio en el Concurso Internacional de Laúdes Clásicos Españoles, de Logroño, con Cuarteto de Laúdes.
Le siguen dos premios internacionales, nuevamente en Praga, Diálogos para flauta sola y Quinteto para flauta e instrumentos de arco, así como Fantasía, para acordeón, premiada en Ancona (Italia) y que fuera obra obligada en el Certamen Mundial de Acordeón celebrado en Caldas da Rainha (Portugal).
No podemos olvidar su aportación creativa para bandas de películas y documentales, como El Sur, Tasio, La Raulito…
Hombre sensible, bueno, su compromiso social le lleva a fundar la Institución ALCER, Asociación para la lucha contra las enfermedades renales, de la que fue Presidente Honorífico de por vida.
Es de destacar, igualmente, su actividad y esfuerzo por el desarrollo de la música en braille, destacando su ponencia El Braille y la Música en la Conferencia Internacional sobre Musicografía (Moscú, 1982).
Cuando todo parecía superado y fortalecido por una nueva vida llena de ilusiones, esperanzas y dedicación al magisterio, interpretación y composición…, muere en un accidente urbano de tráfico en 1985.
Daniel Moyano escribía: «Él no se servía de la música, la servía para engrandecerla. Que es la manera más hermosa de ser músico».
